La forma más básica de desplazarse en cualquier ciudad para distancias cortas es a pie. Sin embargo, en Guadalajara existen numerosos obstáculos y auténticos peligros que deben sortear aquellos que tengan que desplazarse a pie, por más corta que sea la distancia. Tan prevalente es el problema que es un tema constante en los diarios de la ciudad.
- El ancho de las banquetas es muchas veces insuficiente para que una persona pueda caminar cómodamente. Obviamente, al caminar más de una persona a la vez por la banqueta, se vuelve necesario caminar sobre la calle.
- Existen gran cantidad de árboles y postes que obligan a los peatones a bajar de la banqueta al caminar.
- Las banquetas están sumamente dañadas por raíces de árboles, postes, paso de automóviles pesados y el paso del tiempo.
- Los autos frecuentemente son estacionados de modo que obstaculizan el paso de los peatones, nuevamente forzándolos a andar por la calle.
- Las reparaciones que hacen las autoridades dejan las banquetas peor que como estaban antes, además que son caras y ocasionan más problemas de los que resuelven.
- Los vecinos y negocios a lo largo de las calles depositan gran cantidad de basura y escombro.
- Los ciclistas (que ya tendrán su turno en este espacio) transitan sobre las banquetas y chocan con los peatones.
Estas circunstancias provocan accidentes y mayor tiempo de traslado para los transeúntes. Todas las personas que caminan por Guadalajara tienen que pasar por alguna banqueta en algún momento, aunque sea tan sólo para subir y bajar de su auto. Además, por el subir y bajar de los peatones de la banqueta a la calle, ciclistas, motociclistas y automovilistas se ven enfrentados con más obstáculos y los accidentes que ocurren pueden ser fatales.