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El Presidente Municipal de Navolato, Evelio Plata Insulza (PRI), ha propuesto una ley que prohibiría el uso de minifaldas. La medida, dice el edil, es para reducir las incidencias de embarazos entre las jóvenes de secundaria y preparatoria, así como reducir los casos de violaciones sexuales a la población femenina en general. Adicionalmente, dejó entrever que promovería acción para regular el uso de Internet en la población juvenil también, argumentando el “deterioro social” y la “perversión” de los jóvenes. La noticia se da a pocos días de que ya se aprobara una prohibición contra los narcocorridos en el mismo estado, impulsada por el gobernador Mario López Valdez.
En los últimos meses se han tenido propuestas similares en otros estados como Guanajuato, donde en 2009 el gobernador Eduardo Romero Hicks (PAN) propuso, entre otras cosas, multas a las parejas que se besaran en público. La medida fue revocada casi inmediatamente ante la reacción del estado y el país completo. Periódicamente, semejantes propuestas ocurren a lo largo del país, aunque se concentran en la región del Bajío (Jalisco, Aguascalientes, Guanajuato y Querétaro).
El razonamiento de Plata Insulza es dudoso, si somos generosos. Parece considerar a las minifaldas como una causa de los embarazos no deseados entre jóvenes preparatorianas. ¿Cuál sería el mecanismo, precisamente? ¿Afecta de algún modo la ropa (o escasez de ella) el pensar y actuar de las jovencitas? ¿Qué no han probado otra opción, como darles educación sexual y anticonceptivos?
La medida supone, por otro lado, que los hombres son animales incapaces de controlar sus impulsos. Al ver una mujer en minifalda, mágicamente se disparan en ellos todo tipo de perversos instintos y hormonas que los hacen perder la cordura y olvidar las buenas costumbres que tanto valoran el resto del tiempo, cuando no están expuestos a semejante provocación. Pero, ¿no sabe el Sr. Insulza que en las teocracias musulmanas ya han intentado eso y más, con rotundo fracaso? En países como Irán, Afganistán y muchos otros del Medio Oriente se viola a las mujeres a pesar de que usan un velo completo, que apenas deja ver sus ojos. Además, se mata a las mujeres violadas a pedradas como manera de preservar el honor de la familia, ya que cabe la posibilidad de que a la mujer le haya gustado ser violada(!) y por lo tanto sería una adúltera. Allá igual que acá, es una instancia más del pensamiento machista retrógrada que culpa a todas las mujeres por el bestial comportamiento de unos pocos hombres.
Uno pensaría que con la situación que vive el país, y en especial el estado de Sinaloa, los gobernantes ya hubieran entendido que hay muchas cosas más importantes que imponer su visión moralina sobre su población de por sí hostigada por la inseguridad y la falta de oportunidades. Sin embargo, en México tenemos nuestra propia versión del Comité Para la Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio, cuál si estuviésemos en Arabia Saudita, Irán o Afganistán. Sólo que esto es peor, porque allá se le impone por la fuerza a la población. Acá, votamos por ellos.
