México es uno de los pocos países del hemisferio norte en donde el aborto sigue siendo ilegal (el azul en el mapa indica los que sí lo permiten). La única excepción en territorio mexicano a esta regla es el Distrito Federal, que despenalizó el aborto a partir de abril de 2007, decisión que fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en 2008. Desde ese momento hasta la fecha, se han practicado 58,392 interrupciones del embarazo hasta mayo de este año. Sin embargo, en el resto del país continua siendo ilegal, llegando al punto de obligar a niñas violadas a dar a luz, en casos como éste y éste. Además, se tiene encarceladas a mujeres a lo largo y ancho del país, sin que se tengan datos precisos de cuántas están ahí, debido a la opacidad de los gobiernos a reconocer que siquiera existen estos casos. En muchas ocasiones los supuestos abortos no son más que accidentes como éste, pero de todos modos se le manda a la cárcel a las mujeres por tener un accidente.
Para Qué Son Las Leyes
Contrario a lo que se suele pensar, las leyes prohibitivas tienen un efecto disuasivo prácticamente nulo. Está prohibido el homicidio, pero sucede; está prohibido el fraude, pero de todos modos sucede; está prohibido drogarse, pero de todos modos sucede… ¿Tiene caso, entonces, prohibir cosas si la gente las hará de todos modos? La respuesta es que, en el caso de acciones que limitan la libertad de los demás, sí. No tenemos penas carcelarias para disuadir a los homicidas, sino para asegurarnos de que no lo vuelvan a hacer. Lejos de tener un efecto disuasivo o rehabilitador, las prisiones sirven para remover a miembros de la sociedad. Esto es, para evitar la reincidencia del daño que le causaron a otras personas. Por lo tanto, para que el asesino no vuelva a matar, se le manda a la cárcel. Nadie espera que una ley evite que suceda un problema; más bien, da un marco jurídico para aplicar una pena posterior a los hechos, de modo que no se repitan.
Crimen y Castigo
Si nos brincamos el debate acerca del los derechos del feto (debate interesantísimo, pero no necesario para esta parte de la discusión) y concedemos, por cuestiones de argumento, que sí es un ser humano y persona, entonces la mujer que aborta sí está traspasando los derechos de otro. Pero, ¿por qué sería necesario castigarla adicionalmente? Un aborto no es una experiencia para nada agradable, ya sea que se trate de un ser humano o no lo que se está extirpando del cuerpo. Existen abortos inducidos mediante medicamentos, pero casi siempre requieren un procedimiento quirúrgico de todos modos. Además, lo peor de la experiencia es la parte psicológica y emocional del procedimiento, que deja secuelas a la mujer por toda su vida. ¿De qué sirve, después de esto, meter a mujeres jóvenes, pobres y destrozadas a la cárcel? ¿Acaso alguien cree que les gustó abortar y que están ansiosas de volverlo a hacer? En este caso, el supuesto crimen es el castigo.
Contar Hasta Dos
Nuevamente, no es necesario entrar al debate de los derechos del producto para entender por qué debe legalizarse el aborto desde un punto meramente práctico. Cuando una mujer se practica un aborto clandestino, lo hace en condiciones de higiene poco recomendables, exponiéndose a infecciones y hemorragias, sobre todo si lo hace ella sola. Si tiene ayuda, no hay garantía de que su cómplice sea un médico entrenado (casi nunca lo es, de hecho) y puede ser ésta segunda persona la que termina por provocar la muerte de la mujer en cuestión. Un aborto es un procedimiento quirúrgico y como tal requiere medidas de higiene y profesionalismo médico que se encuentran solo en hospitales. Suponiendo que el aborto fuera legal en todo el país, como lo es en el D.F, y suponiendo que todos los fetos son personas, entonces habría hasta ahorita 58,392 muertes provocadas por el aborto legal. Ahora, si regresamos al estado anterior de la situación en el que esos 58,392 abortos serían clandestinos, aparte de los 58,392 muertos del caso anterior, 58,392 mujeres estarían expuestas a morir también. Según datos del Consejo Nacional de Población, en México hay 102,000 abortos al año, resultando en unas 1500 muertes de mujeres (cuatro diarias). Según esa proporción de 1500 por cada 100 mil, el aborto legal en el DF ha salvado hasta ahora unas 500 a 600 vidas (de 125 a 150 por año).
Suponiendo que un feto es una persona, con el aborto legal muere uno. Si es ilegal, seguro se muere ese uno y hay riesgo de que también muera uno más. Si podemos escoger entre perder una vida o perder dos—decisión terrible que muchas mujeres enfrentan diariamente—¿hay alguna duda de que debemos escoger la opción en donde se pierdan menos vidas?
--Más estadísticas aquí.
--Lo que dice la ONU al respecto.