jueves, 13 de marzo de 2014

El compatiblismo más soso

 

Nunca he hablado con un sacerdote jesuita en mi vida y estoy sorprendido por la audacia para contar tales mentiras acerca de mí.  Desde el punto de vista de un sacerdote jesuita yo soy, por supuesto, y siempre he sido, un ateo.
—Albert Einstein, después de que un sacerdote jesuita dijera que lo había convertido al catolicismo.

Decir que la ciencia y la religión son compatibles porque algunos científicos son religiosos, es como decir que el catolicismo y la pederastia son compatibles porque algunos sacerdotes son pederastas.
—Jerry Coyne, biólogo.

En realidad, con estas dos citas debería bastar para dejar clara la cuestión de la compatibilidad entre ciencia y religión, y confieso que al comenzar a escribir esto me da tentación de dejarlo ahí.  Aunque es un tema apasionante, no es necesariamente un tema profundo ni sofisticado: puede llegarse a la respuesta rápidamente con un poco de contemplación y perspicacia.  Claro que ayuda leer algo acerca del tema, para clarificar a qué se está refiriendo uno por ciencia y religión, o el término más nebuloso, fe.  Pero una vez que los  conceptos están claros, la respuesta es clara y contundente.

    Resulta curioso, entonces, que un supuesto divulgador de la ciencia, y que además tiene formación científica en sí, no se hubiera dado a la tarea de hacer la investigación ni la observación mínimas antes de escribir un artículo al respecto, por más breve que este fuera.  Y sin embargo en eso cayó Juan Nepote en su pieza que aparece en la edición más reciente de Magis,  la revista editada por el ITESO.  Con el presuntuoso título La fe de los científicos, sorprende todo lo que Nepote logra ignorar, distorsionar, confundir y difamar en apenas poco más de 400 palabras, que uno se pregunta cómo es que fueron a dar a la publicación en primer lugar, y si pasarían un proceso de edición y crítica serios como los que se dan en la ciencia, la cuál obviamente el autor no practica ni entiende.

    Primeramente, Nepote nos da la siguiente premisa:

Y, sin embargo, la ciencia no es lo mismo que los científicos; mientras que es posible diferenciar, con toda contundencia, el actuar religioso de la metodología científica…

    Buen comienzo, al decir verdad, el diferenciar entre el  método de la ciencia y las personas que son científicos.  El problema es que, al final, después de una somera y desatinada discusión del tema, en la que básicamente se nombra lista de algunos científicos religiosos, el propio autor confunde los términos que definió al principio y concluye:

Solemos recordar los desencuentros entre ciencia y religión, pero nos olvidamos de sus puntos de convergencia.

    ¿Entonces cuál es?  ¿La ciencia y la religión, o los científicos y la religión?  Y es que en verdad no son lo mismo: por un lado, la  ciencia es un método de validar la razón usando la evidencia, mientras que los científicos son personas que pudieran o no utilizar ese método consistentemente.  Y la gran omisión del autor es, precisamente, que resulta ser que los científicos realmente son bastante consistentes cuando se refiere al rigor del pensamiento y su comparación contra el mundo real; es solamente una pequeña minoría (del orden de 7%, según un estudio) que es religioso.  No estoy haciendo un argumento ad populum, sino que más bien mi punto es este: si vas a contar a los científicos religiosos como evidencia de que la ciencia y la religión son compatibles, entonces también tienes que contar a científicos irreligiosos como evidencia de que no lo son (jaque mate #1).

    Como siguiente punto, está la incompatibilidad intrínseca de la ciencia y la religión.  Mientras que la ciencia deduce conclusiones a partir de la evidencia, la religión comienza por las conclusiones y luego discrimina la evidencia según le convenga; donde la ciencia busca ante todo la honestidad intelectual, la fe es inherentemente una forma de deshonestidad, pues se afirma saber cosas que no se saben; cuando en la ciencia todas las ideas están disponibles para ser cuestionadas y no hay tal cosa como una autoridad, la religión se basa en que hay cosas que no se pueden cuestionar, porque algún libro sagrado o un Teólogo SofisticadoTM así lo dijo; en las ocasiones en las que la ciencia es humilde y curiosa, dispuesta a avanzar y corregir, la religión afirma ya tener todas las respuestas, si tan solo se deja de hacer preguntas.  La ciencia avanza gracias a la curiosidad; la religión se derrumba con ella (jaque mate #2).

    Agregado a esto, vale la pena una aclaración acerca de los científicos religiosos, sobre todo los de antaño: solo ha sido en los últimos cien años que se ha vuelto, si  no el ser aceptado ser ateo, al menos ser tolerado por la sociedad.  En los tiempos antes de la Ilustración, era prácticamente suicidio expresar puntos de vista contarios a los de las autoridades, y especialmente las religiosas.  Además, debido al mismo oscurantismo y represión de la religión hacia la ciencia, ésta se encontraba estancada en un estado naciente, con poco qué ofrecer en términos de explicaciones acerca del mundo natural.  Muchos filósofos naturales—los científicos de aquellas épocas—realmente no tenían opción más que ser—o al menos fingir ser—creyentes.  Los avances científicos desde Galileo hasta nuestros tiempos se han hecho a pesar de la religión, nunca gracias a ella (jaque mate #3).

    Nadie niega que haya científicos religiosos: lo que sí es evidente es que, cuando están viendo a través de un telescopio, o cuando observan con un microscopio, o cuando hacen cálculos estequiométricos en el laboratorio, o al hacer una derivación o demostración en el pintarrón, ciertamente actúan como ateos.  Dios simplemente no es una hipótesis relevante en la ciencia.  Es por eso que inclusive científicos eminentes como Francis Collins y Ken Miller pueden hacer ciencia y creer tonterías el domingo durante una hora: existe un alto grado de compartimentalización.  El gran Isaac Newton es otro ejemplo de la convivencia de la superstición y el genio en una misma mente, sin aparente disonancia cognitiva.  La ciencia y la superstición sobreviven en la misma mente no porque sean compatibles, sino porque realmente están rigurosamente separadas (jaque mate #4).

    Finalmente, pero quizá el punto más bajo del artículo es el  siguiente, en el que Nepote muerde el anzuelo del hombre de paja:

Pero también están los científicos que asumen su trabajo como un apostolado y pretenden convencer a todos de que la ciencia es la única interpretación válida de la realidad: Richard Dawkins y Stephen Hawking, por ejemplo, empeñados en usar la ciencia para demostrar la inexistencia de un Dios, con tal vehemencia que se aproximan al fanatismo de las sectas que ellos mismos condenan.

    Este es un argumento muy común entre fanáticos religiosos: si te acusan de fanático e intolerante, pues los acusas a ellos de lo mismo.  ¿Pero cómo puede uno ser un fanático del buen pensamiento, o inclusive del ateísmo?  ¿Hay tal cosa como un fanático del no-racismo?    ¿Hay un fanático del no coleccionar estampas?  ¿Qué es lo fanático de decir que las cosas son como son, y que hay métodos mejores que otros para averiguar?  Acusar a Dawkins o Hawking de decir que “…la ciencia es la única interpretación válida de la realidad…” claramente indica que Nepote no ha leído, ni al menos visto charlas en internet, de ninguno de los dos (Dawkins en particular es sumamente humilde acerca del alcance de la ciencia, y tiene altísima simpatía por disciplinas como la filosofía y las artes, en particular la música y la literatura; Hawking tiende a estar muy ocupado haciendo ciencia de vanguardia como para andar clarificando su posición ante la menor provocación de pseudointelectuales que no le entienden). (jaque mate #5).


Enlaces de interés:

El artículo de Juan Nepote

Breves biografías del autor aquí y acá

Sobre los puntos de vista religiosos de Einstein

El artículo acerca del tema en Wiki

Blog de Jerry Coyne, biólogo.

Estudios sobre las creencias religiosas de científicos contemporáneos: 1, 2, 3.

Sobre el Nuevo Ateísmo, movimiento al que se asocia a Dawkins como co-fundador.