El verdadero enemigo del conocimiento no es la ignorancia, sino el
conocimiento equivocado.
-Stephen Hawking
Querido hermano:
Yo estoy consciente de que en todas
las religiones hay un gran espectro de diversidad en torno a las creencias
particulares de sus adherentes. No todos los miembros de una religión creen en
las mismas cosas y, en la medida que sí lo hacen, tienen distintos grados de
certeza e interpretaciones distintas. Aun así, es posible generalizar un poco y
describir a las religiones por sus preceptos o creencias generales—esto es
extremadamente delicado pero, ante la imposibilidad de dirigirse individualmente
a los millones de creyentes distintos, cada uno con creencias ligeramente (o no
tan ligeramente) distintas entre sí, es también necesario.
Antes de entrar de lleno en mis
cuestionamientos, quiero dejar bien claro el tono de este texto. Ya me conoces
bien, por lo que no debo explicar mucho que soy ateo. Lo que considero que sí
vale la pena mencionar es que además no creo que todos los puntos de vista sean
igual de válidos. No soy un relativista, pues. El enfoque de “cada quién lo
suyo”, como lo conocemos en México, me parece mediocre y conformista, además de
hipócrita y deshonesto. Algunas ideas son simplemente mejores que otras. También soy de la idea de que el primer propósito de la educación es poner en
perspectiva cuánto no se sabe.
Estos dos enfoques me llevan a ser
bastante preguntón, quizá hasta el grado de ser molesto, o por lo menos
incómodo. No es mi intención ser ofensivo o irrespetuoso, pero temo que es un
efecto secundario inevitable de ser franco acerca de las dudas que uno tiene. Mi intención es comparar mis ideas con las de los demás, sabiendo de antemano que,
cuando dos ideas mutuamente excluyentes se encuentran, ambas no pueden tener la
razón, y admito la posibilidad de que pudiera estar en lo equivocado. Se siente
muy bien tener la razón y ser vindicado, pero lo que me impulsa es más bien lo
contrario: no soporto la idea de tener conocimiento equivocado o incompleto, y
constantemente busco comparar mis ideas con las de los demás. No sé si pueda
llegarse a la verdad absoluta en la práctica, pero sí me parece claro que
algunas ideas tienen que estar equivocadas y que podemos identificar cuáles son
e irlas descartando.
A pesar de lo que tantos
relativistas morales e intelectuales dicen, realmente no da igual qué religión
tenga uno. Distintas religiones tienen distintos orígenes y preceptos. Así, sus miembros pueden llegar a determinar, basándose en sus creencias, qué es lo que
consideran moral o inmoral, justo o injusto, obligatorio u opcional, prohibido o
permitido. (Por ejemplo, si se necesita un trasplante o una transfusión de
sangre, ser un Testigo de Jehová presenta complicaciones que otras religiones
no.) Claro, existen personas que separan sus creencias religiosas particulares
de su vida diaria en gran medida pero, ¿no es esto más bien señal de que en
realidad no las creen? ¿Qué caso tiene tener una creencia que solo va a ser
guardada bajo llave en un baúl mental (o espiritual, dirían algunos), y qué
determina el momento en que se saca de ahí?
Es tomando en cuenta estos dos
puntos, de generalización y de no-relativismo, que quisiera preguntarte acerca
de lo que pudieras o no creer. Verás, la religión mormona nace en una época
relativamente cercana a comparación de otras, por lo que sabemos mucho más
acerca de sus orígenes a través de evidencia directa. Los eventos y personajes
que la protagonizan están bien documentados por sus contemporáneos (inclusive
tenemos fotografías y reportajes periodísticos de muchos de ellos). Además,
muchas de las creencias del mormonismo son en torno a eventos supuestamente
reales, que pueden ser verificados fácilmente por disciplinas como la
arqueología, la historia y la ciencia. Los resultados de estas averiguaciones,
al ser comparadas con las creencias mormonas, deberían provocar lo que entre ateos solemos llamar “disonancia cognitiva”: unas ideas chocan con
otras y producen un efecto desagradable, si es que se creen ambas por igual.
Simplemente ir a la escuela y tomar clases de historia debería ser suficiente
para originar esta disonancia, si se es mormón.
Comenzando por éste último punto
primero: ¿en verdad crees que los habitantes prehispánicos del continente
americano son descendientes directos de una tribu perdida de Israel?
Supuestamente, el Libro de Mormón cuenta los eventos que sucedían en América de
manera paralela a los eventos en Palestina narrados por la Biblia. Relata desde
la llegada al continente de los primeros habitantes desde Israel, por medio de
embarcaciones que cruzaron el Atlántico, hasta numerosas divisiones y batallas
que ocurrieron entre ellos. El primer punto notable es que nada de esto es
mencionado por las culturas prehispánicas en sus propios documentos, que son
extensos y detallados en tantos otros aspectos. ¿No sería de esperar, si fueran
ciertos estos relatos, que sería un hecho al menos mencionado en las
historias que cuentan—digamos—los olmecas o los mayas? ¿Por qué es que los
incas y los teotihuacanos tampoco dicen nada al respecto, ni tampoco los indios
norteamericanos? ¿Cómo es que los eventos y personajes relatados en el Libro de
Mormón solamente aparecen ahí, pero no en los lugares donde realmente deberían
estar? Si es cierto que son descendientes de Israel, ¿cómo es que en ninguna de
estas culturas sobrevivió el lenguaje arameo, o el hebreo? No se encuentra ni
una sola palabra, ni una sola letra, ni mucho menos la estructura gramatical
correspondiente en los lenguajes prehispánicos—algunos de los cuales todavía se
hablan hasta hoy.
Adicionalmente, se han hecho
estudios científicos acerca del origen de las culturas indígenas; empezando por
las culturas más al sur del continente, resulta que cada una se parece, más que
a nadie más, a sus vecinos del norte. Se puede recorrer así cada una hasta
llegar al extremo norte del continente, y entonces cruzar por el Estrecho de
Bering hacia Asia. Las culturas prehispánicas se parecen mucho más en su
genética a los mongoles que a los palestinos.
Pasando al siguiente punto: no hay
manera realmente delicada ni diplomática de decir esto, así que lo diré tan
directamente y sin rodeos como se pueda: Joseph Smith fue un notorio charlatán.
Inclusive fue encontrado culpable de fraude en una corte de la época. Los
relatos acerca de cómo encontró placas doradas en un cerro en Nueva York,
convenientemente cerca de su casa, y de su posterior traducción del idioma
original (“egipcio reformado”, según él) a inglés del siglo XVI (estando él en
el XIX), francamente apestan a fraude. Convenientemente, las placas ya no están
disponibles para ser analizadas por expertos (algunas versiones las dan por
perdidas, mientras que otras las consideran “devueltas” a sus autores divinos) y
nadie las vio mas que el propio Smith (otros "testigos" surgieron hasta ya
pasados varios años de los hechos). Esto, a pesar de que—siendo analfabeta—tuvo
que dictar su traducción a un sumiso e ingenuo escriba, que ni siquiera tenía
permitido estar en la misma habitación. (Cabe mencionar que, dentro de la
resultante “traducción”, se encuentran extensos pasajes plagiados directamente—e
ineptamente—de la Biblia.) Todos los testigos y cooperadores de Smith fueron sus
familiares y amigos cercanos y, a su muerte por linchamiento, no pudieron
ponerse de acuerdo en muchos aspectos doctrinales, lo que provocó divisiones en
la iglesia mormona que prevalecen hasta nuestros días. ¿Cómo reconcilias estos
hechos con tu creencia de que Smith fue un profeta (suponiendo que tal cosa
exista), de la misma estatura que Cristo o Mahoma, si es que en verdad tienes
esta creencia? ¿Cómo enfrentan los mormones esta información acerca de su
fundador?
En la lógica y en la ciencia se
hecha mano de un principio sumamente útil conocido como La Navaja de Occam. Una
caricatura cruda de éste principio es que “la explicación más sencilla tiende a
ser la correcta”. Más bien, la Navaja de Occam dice así: no hay que incurrir en
complicaciones lógicas innecesarias. Antes de proponer una explicación
complicada a un problema, primero hay que verificar que las explicaciones más
sencillas realmente no sean suficientes. Entre más complicada sea una
explicación, más presión se tiene para producir evidencia que la respalde.
Entonces, te pregunto ahora: ¿qué es
más simple? Por un lado, tenemos una conspiración de la arqueología con la
historia y con la ciencia, de modo que expertos de las tres ramas se ponen de
acuerdo para dar la ilusión de que cada una independientemente falsifica la
religión mormona rotundamente; por otro lado, tenemos la versión más simple de
que la religión mormona es de hecho un fraude (no que otras religiones no lo sean, pero
ciertamente no de forma tan descarada ni a pesar de tanta evidencia
directa).
Y luego están las otras cuestiones
más prácticas (y más inmediatas) del mormonismo. ¿Qué me puedes decir acerca del
racismo de tu religión, que hasta 1979 negaba a personas de color la posibilidad
de aspirar a su obispado (y todavía se lo niega a las mujeres), y que durante
tantos años fue considerada una organización racista, a la par del Ku Klux Klan
y los neonazis? ¿Qué hay en torno a la homofobia promovida por la iglesia
mormona, llegando al grado de financiar campañas anti-homosexuales en cada ciclo
electoral en los Estados Unidos? ¿Y qué efecto tiene tu religión—si es que tiene
alguno—en tu visión acerca de la masturbación y la pornografía? ¿Es solo una
casualidad que el estado de Utah sea el estado que más paga por ver porno en
toda la unión americana? (No que esto tenga nada de malo en sí, sino más bien
desde el punto de vista de la hipocresía y la doble moral.) ¿En qué medida te
deslindas tú, en lo particular, de estos puntos de vista?
He tenido la oportunidad de atender
algunos de los servicios religiosos (“conferencias”, me parece que es el término
más correcto) de la religión mormona. Y en estos servicios he notado que
constantemente se recomiendan—mejor dicho, se exigen—la obediencia y el pago del
diezmo a iglesia. Sobre todo me incomoda la obediencia. Verás, yo no la
considero una virtud. De hecho, me parece un serio síntoma de debilidad
intelectual y moral hacer algo solo porque se está obedeciendo. ¿Consideras a la
obediencia como una virtud? ¿Eres buena persona solamente porque obedeces a
quien te dice que hay que serlo? Y el pago del diezmo me parece extrañamente
irónico, ya que uno pensaría que Dios podría hacerse cargo del financiamiento de
sus seguidores, sin tener que requerir de ellos que mantengan a su iglesia dando
una porción de su duramente obtenido ingreso (esto lo tienen en común con otras
iglesias, ciertamente, pero en pocas se hace tanto énfasis en dar un porcentaje
tan riguroso y tan constante).
Y otro aspecto que me inquieta, ya
que andamos por aquí: ¿por qué repiten tanto la frase “esta es la religión
verdadera”? Verás, todas las religiones hacen esa suposición, pero pocas lo
dicen tan textualmente, casi mecánicamente, a cada oportunidad que tienen. He
conocido varios mormones, y muchos en algún momento mencionan que han
investigado su fe y llegado a la conclusión de que es “la iglesia verdadera”.
También parecen muy apurados por mencionar que fue completamente opcional, que
nadie se las impuso—aunque, casualmente, sus padres casi siempre son mormones
también—y que les gusta mucho. (Esta actitud contrasta con los casos de gente
que quiere dejar la iglesia y no se les permite. ¿Has sabido de estos casos?)
Nuevamente, esto no es precisamente nuevo en su contenido, pero sí en su
presentación—compara con los judíos, por ejemplo, que se consideran el pueblo
elegido de Dios, que creen que todos los demás ya nos jodimos, pero que rara vez
le dan voz a estas convicciones, inclusive entre ellos mismos.
Yo entiendo que la religión le da
significado a la vida de muchas personas, y que eso las hace felices—a muchos no
se les nota, pero por lo menos eso dicen. Afirman que les es reconfortante creer
que son parte de un plan hecho por alguien superior a ellos. Aun otros mencionan
que su fe le da una dirección moral a sus vidas. Entiendo estas razones, pero no
me parecen válidas. Verás, yo creo cosas porque considero que son ciertas—y nada
más. Si me son agradables o no es irrelevante; la búsqueda de la verdad es lo
que más me importa. Muchos creyentes, cuestionados en torno a este punto,
básicamente cambian de tema y alegan que “hay que respetar” la religión de cada
quién, o evaden y desvían la pregunta con frases como “¿y quién eres tú
para...?” De ahí que el mormonismo sea tan particular, con su énfasis en la
verdad de lo que dicen creer. ¿En verdad crees que es verdad? ¿Qué sentido
tiene creer en una metáfora, sobre todo cuando la realidad la contradice? ¿Qué
criterios usas para decir que algo es una metáfora, o que realmente sucedió? ¿No
te inquieta que la verdad de tus creencias dependa de teorías de conspiración en
su contra? ¿Qué evidencia tienes de estas conspiraciones, si es que crees en
ellas?
No espero una respuesta a cada una
de las preguntas que acabo de hacerte. De hecho, me daría por bien servido con que siquiera encuentres este texto, aunque sea por equivocación. Trato de pensar cosas como “si yo fuera
mormón y leyera esto...”, pero en cuanto lo hago mi conciencia me dice que gente
como yo nunca podría ser mormona—ni católica, ni cristiana, ni judía ni
musulmana, ya que andamos en eso. No está en mi naturaleza. No te miento: si de
esperanza se tratara, yo tendría la esperanza de que este pequeño texto te hiciera reflexionar un poco y, siendo muy optimista, que fuera el comienzo de tu renovada
búsqueda por la verdad. Pero no soy bueno para la esperanza, ni para el
optimismo tampoco. Así que escribo estas palabras, entonces, porque a mí me ha
sucedido que las cosas que creo han sido cuestionadas, y me considero afortunado
de que así haya sido. (Hay muchas cosas en las que he cambiado de opinión a través de los años, y muchas cosas acerca de las cuáles simplemente no sé mi posición todavía, y tal vez nunca la define por completo.) No puedo demostrar que esto me haya hecho más feliz que un creyente—de hecho, estoy seguro que ellos son más felices—, y no me ha reconfortado en casi nada, ni mucho menos me ha dado paz. Pero considero
que gracias a ello soy mejor persona.
Gracias por tu tiempo.
Gracias por tu tiempo.
Es mucho mejor aceptar el universo
como es realmente, que insistir en un delirio, por más satisfactorio o
reconfortante que éste sea.
-Carl Sagan
La punta del iceberg:
Un invaluable recurso para el escéptico:
http://www.project-reason.org/scripture_project/
Un primer acercamiento, algo somero:
http://en.wikipedia.org/wiki/Mormon
Christopher Hitchens sobre el tema:
http://www.youtube.com/watch?v=5WNzWp73_cg (Extracto del libro God is Not Great)
http://www.slate.com/articles/news_and_politics/fighting_words/2007/11/mitt_the_mormon.html
Algunos ex-mormones y sus testimonios:
http://www.exmormon.org/
http://www.iamanexmormon.com/
Un poco sobre la genética y el mormonismo:
http://usatoday30.usatoday.com/tech/news/2004-07-26-dna-lds_x.htm
http://en.wikipedia.org/wiki/Genetics_and_the_Book_of_Mormon
Un poco sobre el racismo:
http://www.slate.com/articles/life/faithbased/2012/03/mormon_church_and_racism_a_new_controversy_about_old_teachings_.html
http://www.nytimes.com/2012/08/19/opinion/sunday/racism-and-the-mormon-church.html?_r=0
Sobre la pedofilia, adulterio y poligamia de Joseph Smith:
http://exmormon.org/d6/drupal/taxonomy/term/21
http://exmormon.org/d6/drupal/Joseph-Smith-was-a-Pedophile-Mormon-sources.
Sobre la misoginia y represión de las mujeres en general dentro de la iglesia:
http://www.exmormon.org/mormwomn.htm
Guía mormona para dejar de masturbarse:
http://www.moonmac.com/Mormon_masturbation.html
Sobre la homofobia:
http://www.prwatch.org/node/7999
http://archives.religionnews.com/blogs/jana-riess/mormons-and-homophobia-mormons-and-gay-pride